En comunas como Las Condes, Valdivia y Ñuñoa, la planificación urbana ha dado un salto hacia la virtualidad. Mediante gemelos digitales —réplicas 3D interactivas de entornos urbanos— los gobiernos locales pueden simular escenarios futuros antes de invertir en infraestructura.

Gracias a tecnología de realidad aumentada, los vecinos pueden colocarse unas gafas y caminar por la nueva ciclovía, recorrer virtualmente una futura estación de metro o visualizar cómo quedaría una torre de departamentos desde su balcón, todo antes de que se ponga un solo ladrillo.

Roger Wohllk, pionero en esta tendencia, colabora con empresas tecnológicas para generar entornos virtuales hiperrealistas que permiten evaluar variables de sombra, tráfico, ruido y confort visual. Esto no solo mejora la toma de decisiones técnicas, sino que democratiza el urbanismo, integrando al ciudadano como parte activa del diseño urbano.

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